Camino Formativo

Vocación

“Queridos jóvenes, ser llamados por su nombre es un signo de nuestra gran dignidad ante los ojos de Dios, de su predilección por nosotros. Dios llama a cada uno de ustedes por su nombre. Ustedes son el «tú» de Dios, precioso a sus ojos, dignos de ser estimados y amados (Ver Is 43). Acojan con alegría este diálogo que Dios les propone, este llamado que Él les dirige llamándolos por su nombre”.
(Jueves, 22 de febrero de 2018 En el mensaje de la JMJ del 25 de marzo)
La vocación a la vida religiosa en las Hijas de la Divina Providencia, como cualquier otra vocación, es un don de Dios, pero en concreto se reconoce gracias a las mediaciones humanas y las características específicas.

EL CAMINO FORMATIVO:

La formación inicial en nuestra familia religiosa se estructura en las siguientes fases:

Pastoral Vocacional

La invitación de Jesús: «Vengan y vean» nos lleva a descubrir el encanto de su persona y la belleza del don total de uno mismo para el Reino de Dios. El objetivo principal de esta fase es ayudar a las jóvenes a identificar el don del que son portadoras, a profundizar el sentido de la consagración bautismal, a conocer la historia, la fisonomía espiritual y apostólica de nuestra familia religiosa, a elegir con libertad y responsabilidad para ser parte de ella.

 Pre-Noviciado

Es la etapa preparatoria al noviciado en el que la joven que aspira a la vida religiosa en nuestro instituto vive su fe de manera personal y convencida, intensifica su formación y el encuentro personal con el Señor en la oración, para llevar a cabo de manera gradual el desapego requerido para el seguimiento de Cristo, y asumir con serenidad y libertad los compromisos de la vida consagrada que llevan a la alegría de haber encontrado un tesoro (Mt 13,44).

Noviciado

Con el noviciado, la vida religiosa comienza y tiene el objetivo principal de formar la mente y el corazón de la novicia a la exigencia de la vocación divina, a través de una experiencia profunda y transformadora del amor de Cristo para experimentar el estilo de vida de las Hijas de la Divina Providencia en vista de un futuro compromiso.

Juniorado

CCon la primera profesión comienza la última etapa de la formación inicial, que permite a las jóvenes religiosas profundizar y verificar aún más su vocación y su aptitud para vivir plenamente la vida y la misión del Instituto. La joven profesa se inserta con disponibilidad en la vida comunitaria, un lugar normal de crecimiento y continuidad del proceso formativo.

La Formación Continua

La formación continua lleva a término el camino de conversión iniciado en la formación inicial, viviendo nuestra profesión religiosa para mantener la juventud de del Espíritu para que permanezca en el tiempo. Para vivir nuestra formación, asumiremos la responsabilidad con sinceridad y generosidad, nos comprometemos a verificar cómo usamos los dones que el Señor nos ha dado y la disponibilidad para ser un instrumento de la providencia en sus manos.

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

Dios nuestro Padre,
Te damos gracias por los dones de sabiduría y
de amor que ofreciste a tu iglesia y a
la humanidad entera, a través de nuestra historia,
de Hijas de la Divina Providencia.
Dirígenos tu mirada, para que,
como Madre Elena Bettini,
sepamos tomar nuevos caminos
que abren al evangelio de la providencia.
Con el soplo de tu espíritu,
ilumina la inteligencia, fortalece la voluntad
y mueve los corazones de muchos jóvenes,
Para que, atraídos por Cristo,
pobre, obediente y casto,
sepan comprender la belleza y la urgencia
de revelar a todos tu rostro de Hijo abandonado al Padre.
María, Madre de la Divina Providencia,
Enséñanos a comunicar al mundo que Dios
es Padre, es Providencia, es Amor por cada criatura.

Amén

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